viernes, 1 de mayo de 2020

REFLEXIONES EN EL DÍA DEL TRABAJO


REFLEXIONES EN EL DÍA DEL TRABAJO

La grave crisis sanitaria, económica, social, política, ambiental y de valores éticos que vive el mundo y de manera particular el Ecuador, en esta Emergencia Sanitaria, se desnuda a cuerpo entero, observando la diferencia de clase abismal entre ricos y pobres.

Los ricos-burgueses, oligarcas, capitalistas- que son una minoría, son los que siempre han usufructuado de manera permanente el esfuerzo, sacrificio y el trabajo honesto de la clase obrera y del pueblo en general; explotando de manera indigna, criminalizando y judicializando todo tipo de resistencia y lucha popular. Esta clase adinerada es la responsable directa, que día a día, se destruya la Naturaleza mediante proyectos extractivistas en zonas de recarga de agua y de producción familiar campesina; son quienes despojan y desalojan del agua y la tierra a las diferentes comunidades y expulsan a la población rural hacia las ciudades; son quienes contaminan el agua, el suelo y el ambiente a perpetuidad; son los que impulsan los agronegocios, con monocultivos, destruyendo, por tanto, la biodiversidad de flora y fauna de las mejores zonas de explotación agrícola -que son fértiles, con agua y planas-; paulatinamente han devastado el nivel de organización comunitaria y la identidad cultural de cada uno de los pueblos. Ellos son los únicos responsables del hambre, pobreza y muerte de millones de seres humanos en el mundo y en nuestro país.  

Lamentablemente este panorama gris ocurre por tener una clase política aburguesada, demagógica, corrupta, inhumana, terrorífica, representada por diferentes Gobiernos de los países de mundo y en el Ecuador, que son títeres y están al servicio del Imperio y las grandes Corporaciones Transnacionales. Son los responsables de elaborar y aprobar leyes para protegerse y explotar al pueblo sin medida y acumular capital (dinero). Han implementado un sistema educativo que ha servido para alienar a la población y que viva en la ignorancia, a fin de que el pueblo y de manera particular la juventud no cuestione y sea crítico de lo que ocurre en el mundo, lo han desmovilizado y le ha generado miedo.

Existen miles de personas que no tienen acceso al agua segura para consumo humano y saneamiento; no se implementan sistemas de riego de manera integral, no se impulsa la agricultura agroecológica (familiar campesina); no hay una real reforma agraria para que los agricultores y campesinos tengan las mejores tierras y dejen de estar asentados en las zonas de ladera, para evitar la  ampliación de la frontera agrícola; el sistema de salud pública está desbastado; no hay una vialidad rural adecuada; no existe capacitación y asistencia técnica apropiada, en base a los requerimientos de agricultores y campesinos. En las ciudades no hay una correcta planificación para albergar a la población que migra de los sectores rurales. Existe de manera permanente un debilitamiento de la institucionalidad en todos los niveles del gobierno. Esta situación ocurre debido a que el poder legislativo y ejecutivo de los países no formulan y aplican reales políticas públicas para enfrentar esta problemática, de manera seria, responsable, eficiente, eficaz y sostenible, lo que ha conllevado a la que gran mayoría del pueblo esté sumergido en la pobreza, hambre y muerte.

Bajo este contexto, en esta Pandemia Mundial por el Coronavirus (Covid 19), los que han estado en primera línea de combate, sin importar su propia vida y de sus familias, y sin contar con el apoyo de los Gobiernos, han sido los campesinos y trabajadores del agro, los gestores comunitarios del agua, los médicos y demás personal de los centros de salud, que luchan sin tregua para salvar las vidas humanas.  Sin tener los equipos, insumos y materiales de bioseguridad necesarios, están enfrentando esta Emergencia Sanitaria, dando de comer y beber a millones de personas que viven en las ciudades, y tratando a los contagiados del virus, respectivamente. Así mismo, nuestro reconocimiento a los maestros de los centros educativos en los diferentes niveles, a la policía y al ejército nacional. Es digno de reconocimiento y rendir homenaje por el trabajo que vienen realizando.

El pueblo del Ecuador, rechaza con fuerza y frontalidad la pretensión del Gobierno Nacional y de la Asamblea Nacional de meter la mano en los bolsillos pobres del pueblo ecuatoriano, creando más impuestos. Para solucionar esta crisis económica, provocada intencionalmente por los ricos -banqueros, empresarios, terratenientes-, es que ellos mismos paguen los impuestos que están evadiendo, con complicidad del Gobierno; se estatice las empresas de telecomunicaciones y petroleras; se cobre los dineros robados por autoridades corruptas; se elimine de manera inmediata los sueldos vitalicios de los ex - presidentes y vicepresidente del Ecuador; disminuir el número y bajar los salarios de los Asambleistas, eliminar a los asesores en todos los niveles del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral.

Que este Primero de Mayo, haya sido es espacio para conmemorar un año más de la lucha heroica de los trabajadores y mártires de Chicago, en 1886, y del mundo entero; y, exigir a nuestros gobernantes a que no vulneren los derechos de la clase obrera y proletaria.

La lección aprendida en esta Emergencia Sanitaria sea para el cambio radical y rotundo en el comportamiento humano a estar unido y organizado, para hacer resistencia, defender y luchar para vivir con dignidad y de ser libres y soberanos. El pueblo es mayoritario que los ricos, unidos y organizados venceremos. No debemos creer más en la clase política tradicional, burguesa y corrupta. Es hora ser más humanistas, honestos, solidarios; pensar y construir un nuevo modelo de desarrollo y nuevas formas de vida, en colectivo, desde las bases.

LOOR A LA CLASE OBRERA

VIVA EL PRIMERO DE MAYO
Loja, 01 de mayo del 2020

¡Por el agua, desde la comunidad!


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