REFLEXIONES
EN EL DÍA DEL TRABAJO
La grave crisis sanitaria, económica, social, política,
ambiental y de valores éticos que vive el mundo y de manera particular el
Ecuador, en esta Emergencia Sanitaria, se desnuda a cuerpo entero, observando
la diferencia de clase abismal entre ricos y pobres.
Los ricos-burgueses, oligarcas, capitalistas- que son una
minoría, son los que siempre han usufructuado de manera permanente el esfuerzo,
sacrificio y el trabajo honesto de la clase obrera y del pueblo en general;
explotando de manera indigna, criminalizando y judicializando todo tipo de
resistencia y lucha popular. Esta clase adinerada es la responsable directa,
que día a día, se destruya la Naturaleza mediante proyectos extractivistas en
zonas de recarga de agua y de producción familiar campesina; son quienes
despojan y desalojan del agua y la tierra a las diferentes comunidades y
expulsan a la población rural hacia las ciudades; son quienes contaminan el
agua, el suelo y el ambiente a perpetuidad; son los que impulsan los
agronegocios, con monocultivos, destruyendo, por tanto, la biodiversidad de
flora y fauna de las mejores zonas de explotación agrícola -que son fértiles,
con agua y planas-; paulatinamente han devastado el nivel de organización
comunitaria y la identidad cultural de cada uno de los pueblos. Ellos son los
únicos responsables del hambre, pobreza y muerte de millones de seres humanos
en el mundo y en nuestro país.
Lamentablemente este panorama gris ocurre por tener una clase
política aburguesada, demagógica, corrupta, inhumana, terrorífica, representada
por diferentes Gobiernos de los países de mundo y en el Ecuador, que son
títeres y están al servicio del Imperio y las grandes Corporaciones
Transnacionales. Son los responsables de elaborar y aprobar leyes para
protegerse y explotar al pueblo sin medida y acumular capital (dinero). Han
implementado un sistema educativo que ha servido para alienar a la población y
que viva en la ignorancia, a fin de que el pueblo y de manera particular la
juventud no cuestione y sea crítico de lo que ocurre en el mundo, lo han
desmovilizado y le ha generado miedo.
Existen miles de personas que no tienen acceso al agua segura
para consumo humano y saneamiento; no se implementan sistemas de riego de
manera integral, no se impulsa la agricultura agroecológica (familiar
campesina); no hay una real reforma agraria para que los agricultores y
campesinos tengan las mejores tierras y dejen de estar asentados en las zonas
de ladera, para evitar la ampliación de
la frontera agrícola; el sistema de salud pública está desbastado; no hay una
vialidad rural adecuada; no existe capacitación y asistencia técnica apropiada,
en base a los requerimientos de agricultores y campesinos. En las ciudades no
hay una correcta planificación para albergar a la población que migra de los
sectores rurales. Existe de manera permanente un debilitamiento de la
institucionalidad en todos los niveles del gobierno. Esta situación ocurre
debido a que el poder legislativo y ejecutivo de los países no formulan y
aplican reales políticas públicas para enfrentar esta problemática, de manera
seria, responsable, eficiente, eficaz y sostenible, lo que ha conllevado a la
que gran mayoría del pueblo esté sumergido en la pobreza, hambre y muerte.
Bajo este contexto, en esta Pandemia Mundial por el Coronavirus
(Covid 19), los que han estado en primera línea de combate, sin importar su
propia vida y de sus familias, y sin contar con el apoyo de los Gobiernos, han
sido los campesinos y trabajadores del agro, los gestores comunitarios del
agua, los médicos y demás personal de los centros de salud, que luchan sin
tregua para salvar las vidas humanas.
Sin tener los equipos, insumos y materiales de bioseguridad necesarios,
están enfrentando esta Emergencia Sanitaria, dando de comer y beber a millones
de personas que viven en las ciudades, y tratando a los contagiados del virus,
respectivamente. Así mismo, nuestro reconocimiento a los maestros de los
centros educativos en los diferentes niveles, a la policía y al ejército
nacional. Es digno de reconocimiento y rendir homenaje por el trabajo que
vienen realizando.
El pueblo del Ecuador, rechaza con fuerza y frontalidad la
pretensión del Gobierno Nacional y de la Asamblea Nacional de meter la mano en
los bolsillos pobres del pueblo ecuatoriano, creando más impuestos. Para
solucionar esta crisis económica, provocada intencionalmente por los ricos
-banqueros, empresarios, terratenientes-, es que ellos mismos paguen los
impuestos que están evadiendo, con complicidad del Gobierno; se estatice las
empresas de telecomunicaciones y petroleras; se cobre los dineros robados por
autoridades corruptas; se elimine de manera inmediata los sueldos vitalicios de
los ex - presidentes y vicepresidente del Ecuador; disminuir el número y bajar
los salarios de los Asambleistas, eliminar a los asesores en todos los niveles
del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral.
Que este Primero de Mayo, haya sido es espacio para
conmemorar un año más de la lucha heroica de los trabajadores y mártires de Chicago,
en 1886, y del mundo entero; y, exigir a nuestros gobernantes a que no vulneren
los derechos de la clase obrera y proletaria.
La lección aprendida en esta Emergencia Sanitaria sea para el
cambio radical y rotundo en el comportamiento humano a estar unido y
organizado, para hacer resistencia, defender y luchar para vivir con dignidad y
de ser libres y soberanos. El pueblo es mayoritario que los ricos, unidos y
organizados venceremos. No debemos creer más en la clase política tradicional,
burguesa y corrupta. Es hora ser más humanistas, honestos, solidarios; pensar y
construir un nuevo modelo de desarrollo y nuevas formas de vida, en colectivo,
desde las bases.
LOOR
A LA CLASE OBRERA
VIVA
EL PRIMERO DE MAYO
Loja, 01 de mayo del 2020
¡Por
el agua, desde la comunidad!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios, lo procesaremos enseguida
ROSCGAE